El Cepillado
Es importante limpiar al caballo frequentemente. Primero frotaremos con la rasqueta y después le cepillaremos. Al hacer esto, aparte de limpiarlo, efectuaremos un masaje que estimula la circulación sanguínea y tonifica sus músculos y hace que el pelo brille con más intensidad.
Las crines y la cola deberán desenredarse con un peine y si las crines son muy abundantes, se descargarán entre sacándolas (nunca deben cortarse con tijeras).
Los cascos requieren un cuidado muy especial ya que es una parte muy sensible a las infecciones. Con ayuda de un limpia-cascos, limpiaremos toda la acumulación de serrín o barro que puedan tener y les aplicaremos, con ayuda de una brocha, grasa especial para los mismos, evitando que se resequen y agrieten. |